lunes, 25 de noviembre de 2019

Secreto de alcoba # 4 : La Pinza


Secretos de alcoba # 4 : La Pinza

Hace unos meses, en una llamada telefónica con mi hermana, le comento que quería hacer una compra extraordinaria, súper fuera de presupuesto, pero que consideraba necesaria: TELEVISOR PARA EL CUARTO.

Mi novio no ve tele, por lo que cuando nos mudamos juntos la decisión más inteligente que pudimos tomar fue poner la tele que yo tenía en la salita de estar para que mi hija pueda ver ahí y no estar metida en nuestro cuarto todo el tiempo. Pero, ya habían pasado unos buenos meses y yo sentía la necesidad de tener una tele en mi cuarto y quería hacer dicha compra. 

Mi hermana, tan generosa como siempre, me ofrece su tele “vieja”. Dícese por vieja a una tele en perfecto estado y recontra bien cuidada, de tamaño perfecto para el mueble de mi cuarto, que simplemente reemplazó por una más grande, mejor y mayor tecnología. Obviamente la acepté y empezamos los arreglos para traerla de Lima a Arequipa.

Mes y medio después llega a Arequipa, una hermosa tele de 36 pulgadas en una enorme caja de 50 pulgadas. Cosa que debí aclarar al guachi – no vaya a ser que pase la voz de la súper tele llena de tecnología que no tengo en mi casa. Saco todo de su caja y me pongo a instalarla. - La más más, no necesito de nadie -. Hasta que me doy con la sorpresa de que no he mudado todavía mi set pequeño de herramientas y lo soluciono como puedo.

Un par de días después, veo a mi hermoso novio con puntos rojos en la cara, como quien se corta la cara afeitándose. Pero el no es TAN torpe, entonces le pregunto que le pasó.

A lo que me responde la peor frase que pude escuchar en lo que va del año “amor, creo que mi pinza perdió filo”


Obviamente, como la hermosa, buena y genial novia que soy, le respondo “no te preocupes mi vida, ahora que voy a la farmacia te compro una pinza nuevecita para ti”.


Horror de horrores!!!! Como no conseguí herramienta alguna no se me ocurrió mejor idea que utilizar su pinza para ajustar los tornillos del televisor!!!!

Que terrible sentimiento!!! Saber que por tu responsabilidad otra persona sufrió de una forma tan horrible – no dejo de reírme mientras lo escribo, no dejo de reírme mientras lo pienso – soy una persona horrible. 

Lo peor de todo: es que el todavía no lo sabe y como no sigue mi blog, nunca lo sabrá. JUAJUAJUAJUAJUA – si, esa es mi risa de bruja malvada.




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