miércoles, 1 de septiembre de 2021

Daniela... de regreso...

Han pasado un par de años desde que apareció en mi Messenger. Debo admitir que Arek llama mucho mi atención. Me encanta saber que es tan abierto conmigo y puedo ver quien es realmente. Pero, ¿Cómo sé si eso es verdad? ¿Y si eso también es mentira? Todos me mienten, ¿Por qué él sería la excepción? Tiene la pinta de chico malo, muchos le tienen miedo. Pero yo no. ¿No? Bueno, le tienes miedo un poco a todos, lo genial es que trabajamos mucho para que no se note. Te ha venido a visitar a la casa un par de veces, todo va bien. ¿Por qué no darle una oportunidad? Ok, intentemos. A ver que sale. Solo relájate y no abuses. No puedes seguir tratando así a la gente. No porque algunos te traten mal, significa que todos los hagan. Ok, no son algunos, es la mayoría. Quizás solo estamos cansadas de que nos usen. Pero... ¿Nosotras no los usamos? Cállate. Ese es otro gato. Jajaja. Estamos hablando de él. Es que el problema no es él. El problema es que sentimos esas ganas malditas de querer tener a uno ahorita pero a otro en unos días y al siguiente para la siguiente semana. No es querer saber cuantos podemos conseguir, no es una lista numerada. Es afirmar quiénes somos y cómo somos a través de la aprobación de otras personas. Pero es aprobación, no probar a todos. Tú qué sabes, no te hagas la correcta ahorita, normalmente eres tú la que nos mete en problemas. Ya, basta, basta con esta conversación. Arréglate para ir a la disco, no tenemos mucho tiempo antes de que vengan por ti.

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- Mira huevón, esto no va a funcionar. Tú vas muy serio y yo solo me quiero divertir. Tú quieres una relación estable y yo no puedo con esto ahora. No puedo hacerlo. Me voy a mi casa. 

- Lo entiendo. Espera. Te llevo a tu casa. 

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Eres una idiota. ¿Se puede saber qué pasó? Está bien que tengas miedo Dani, pero ¿Tratarlo así? Lo sé, sé que lo soy. No debí decirle esas cosas en un lugar público. Debí esperar a que estemos solos. Todavía le di un beso después de mandarlo a pastar chivos. Lo que hice no tiene nombre. Soy la peor. Es muy lindo conmigo. No sé si es que no siento que merezca ese tipo de cariño o atención. Hay algo en mi, que simplemente, quiere que salga corriendo, necesita que salga corriendo. No tiene nada que ver con él, soy yo la que está mal. Soy yo la que no puede creer que alguien puede ser así de bueno conmigo. Debo admitir que me puse nerviosa en la disco. Habían otros chicos que querían salir conmigo, ¿por qué amarrarme a uno ahorita? Quiero salir y divertirme. Sé que parte de mi quiere una relación, pero también sé que no puedo mantenerla. Me encanta empezarlas, pero al poco tiempo terminan metiéndose con otras, ¿vale la pena seguir intentando? No puedo más con esto. Prefiero no sentir. Y él, siente demasiado. No lo merezco.  




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